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Gonzalo Rojas, escritor, poeta y memorable profesor chileno

A lo largo del pasado siglo XX fueron muchos los poetas, escritores y literatos en general que lograron llevar el nombre de Chile a un gran prestigio internacional, a través de obras que hoy en día son inmortales. El primer nombre que se nos viene a la cabeza es, como no, el de Pablo Neruda, seguramente el poeta latinoamericano más reconocido en todo el mundo. Neruda, que consiguió ganar el Permio Nobel de Literatura en el año 1971, no estaba ni mucho menos solo. De hecho, en 1945 la poetisa Gabriela Mistral logró también hacerse con ese prestigioso galardón, siempre el primero para Chile y todavía el único para una mujer latinoamericana. Mistral, como Neruda, consiguió poner a Chile en el mapa en lo que a poesía se refiere, junto a otros grandes exponentes como Pablo de Rokha o Vicente Hudobro.

La labor literaria de estos grandes exponentes es indudable, pero hay otro nombre que sobresale cuando se habla de literatura en Chile, y es el de Gonzalo Rojas, no solo por su producción literaria y lírica, sino también por su labor como profesor y educador, tanto en institutos como universidades, logrando expandir el amor por las letras a una gran cantidad de chilenos. El recuerdo de Rojas, fallecido en 2011 con noventa y cinco años, se mantiene todavía vivo en Chile, como uno de los grandes referentes de la llamada Generación del 38, la primera en el país en traer las nuevas vanguardias desde fuera y mostrar la realidad del pueblo chileno en unos tiempos tremendamente convulsos. Sirva este artículo como homenaje al profesor Rojas y también como un repaso completo a su trayectoria, una de las más especiales, laureadas y extensas de cualquier literato chileno.

Biografía de Gonzalo Rojas

Gonzalo Rojas nació en la ciudad de Lebu en 1916, y quedó huérfano de padre a muy temprana edad, por lo que durante su infancia y juventud tuvo que mudarse en muchas ocasiones junto a su madre y sus hermanos. Si bien comenzó a estudiar Derecho en la universidad de Chile, en Santiago, pronto cambiaría la carrera para centrarse en la literatura, su verdadera vocación, habiendo colaborado ya en numerosas ocasiones con revistas y publicaciones de diferente calado, e incluso fundaría posteriormente sus propias publicaciones, para ayudar a la visibilización de los jóvenes talentos chilenos. Tras casarse y pasar unos años en Atacama, donde ya compaginaba la escritura con su labor docente, Rojas volvió a Santiago  para seguir dando clase en la Universidad.

Seguiría así durante el resto de su vida, lanzando sus obras poéticas, sus ensayos y sus novelas, mientras daba clase en diferentes países del mundo. Tras exiliarse de Chile ante la llegada de la dictadura viaja por Alemania, Venezuela y Estados Unidos, para volver a su patria ya en 1994. Rojas fue uno de los impulsores de la llamada Generación del 38, una de las corrientes latinoamericanas más importantes en su momento, y fue honrado con todo tipo de premios y honores, desde el Premio Cervantes a su ingreso en la Academia Chilena de la Lengua, el premio Nacional de Literatura de Chile o el Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana. Recordado tanto por su obra como por su labor divulgativa de la poesía latinoamericana, Rojas ha sido siempre una figura tremendamente respetada tanto en Chile como en el extranjero.

La Generación del 38

La Generación del 38 reunió a diversos autores, tanto poetas como escritores, en un momento convulso para Chile. El nombre proviene del año en el que estos literatos comienzan a lanzar sus escritos, creando una nueva corriente que trae aires renovados para la literatura chilena, con las vanguardias y con una visión mucho más realista en sus escritos. La agitación social y política que les rodeaba les hace centrarse en los problemas de los chilenos de a píe, trabajadores de sol a sol en los campos o en las minas, y las duras condiciones por las que debían pasar. Rojas fue uno de los impulsores de esta generación, nacido, como la mayoría, en la segunda década del siglo XX. Entre los grandes nombres de esta generación aparecen Carlos Droguett, Guillermo Atias o Nicomedes Guzmán, figuras muy relevantes en ese cambio de visión dentro de la literatura chilena.

Su faceta de profesor

A lo largo de su vida, Gonzalo Rojas combinó la escritura y la poesía con un trabajo mucho más estable y que también le generaba una gran vocación, el de profesor. Comenzó siéndolo en Atacama, durante los años en los que vivió allí junto a su primera esposa y su hijo, donde llegó además a alfabetizar a numerosos trabajadores. Posteriormente sería profesor en universidades chilenas como la de Santiago o la de Concepción, para seguir con su trayectoria en el extranjero, toda vez que la dictadura llegó a su país y le declaró proscrito. Dio clases en Alemania, y posteriormente en la Universidad Simón Bolivar de Venezuela. Finalmente, también estuvo varios años en Estados Unidos, en universidades de Utah, Columbia o Chicago.

Libros y poemas de Gonzalo Rojas

La labor docente, o tal vez simplemente su propia forma de escribir y de crear, hicieron que Gonzalo Rojas tuviera una trayectoria literaria muy inconstante, con grandes saltos temporales. Por fortuna, el chileno tuvo una vida muy larga y a pesar de todos esos periodos de silencio, todavía hemos podido disfrutar de una gran cantidad de obras suyas. La primera, titulada La Miseria del Hombre, se publicó en 1948, y creo una gran controversia entre los críticos, ya que muchos no conectaron con la intención del escritor. Luego llegaría Contra la muerte, una década y media después del primero, y Oscuro, tercer libro en casi treinta años, dejando claro que Rojas se tomaba las cosas con calma.

En la década de los 80 su producción fue mayor, con libros y poemarios tan importantes como El Alumbrado, Del Relámpago o Las Hermosas Poesías de Amor. Poemas como Tabla de Aire, Baudeleriana, Ningunos o Los Verdaderos Poetas Son De Repente le han granjeado una gran popularidad incluso después de su muerte, cuando muchos de sus versos se siguen no solo estudiando en los colegios y universidades de toda Latinoamérica, sino también en redes sociales, logrando que su figura tenga un nuevo eco en nuestro tiempo a través de Internet. Rojas tal vez no haya alcanzado la popularidad internacional de Mistral o Neruda, pero su labor por poner en reconocimiento la literatura chilena y latina ha sido imprescindible.